Creen que Beethoven murió envenenado con plomo

jueves, 25 de septiembre de 2008

Un patólogo vienés sostiene que su propio médico lo mató sin querer


VIENA.- ¿Alguien mató a Beethoven? Un patólogo vienés sostiene que el médico del compositor, tratando de curarlo, lo envenenó sin querer con plomo. 


Otros investigadores no están tan convencidos, pero hay un hecho incontrovertible: el maestro había sido un hombre muy enfermo durante años antes de su muerte en 1827. 

Investigaciones anteriores establecieron que Beethoven había 
sufrido de envenenamiento con plomo, primero a través de la
 identificación de niveles tóxicos de ese metal en su pelo y luego,
 hace dos años, en fragmentos óseos. Esos hallazgos afianzaron la creencia de que el envenenamiento con plomo pudo haber sido la causa de su muerte a los 57 años. 

Pero el experto forense vienés Christian Reiter asegura saber más después de meses de arduos trabajos aplicando métodos del tipo CSI (Inversión de la Fuente de Contraste) a cabellos de Beethoven. Añadió que su análisis, publicado la semana pasada en la Beethoven Journal, revela que en los últimos meses de la vida del compositor, las concentraciones de plomo en su organismo aumentaban cada vez que era tratado por su médico, Andreas Wawruch, por la acumulación de fluidos en el abdomen. Esas dosis letales penetraron en el enfermizo hígado de Beethoven, en última instancia provocándole la muerte, según comentó Reiter a la agencia noticiosa Associated Press. 

"Su muerte se debió a los tratamientos del doctor Wawruch, director del Departamento de Medicina Forense de la Universidad de Medicina de Viena. "Aunque no se puede –agregó– culpar al doctor Wawruch. ¿Cómo iba a saber que Beethoven ya tenía una seria enfermedad hepática?" 

Nadie lo podía saber en ese entonces. 

Sólo con una autopsia después de la muerte del compositor en la capital austríaca el 26 de marzo de 1827 los médicos fueron capaces de diagnosticar que Beethoven sufría de cirrosis hepática y de edemas en el abdomen. Reiter expresó que para tratar de aliviar el sufrimiento del compositor Wawruch repetidamente punzó la cavidad abdominal, y luego cerraba la herida con un emplasto con cinta de plomo. 

Si bien se conocía en ese momento la toxicidad del plomo, las dosis contenidas en un bálsamo "no eran suficientemente venenosas como para matar a alguien en buen estado de salud. Pero lo que el doctor Wawruch evidentemente no sabía fue que su tratamiento atacó un hígado ya enfermo, matando el órgano", dijo Reiter. 

Incluso antes de que los edemas se desarrollaran, Wawruch anotó en su diario que meses antes de la muerte de Beethoven lo trató por una neumonía con sales que contenían plomo, lo cual exacerbó lo que los investigadores consideran que fue un caso existente de envenenamiento con plomo. 

"Pero fueron las sucesivas dosis de esa crema que contenía plomo, administadas por Wawruch en las últimas semanas de la vida de Beethoven, las que mataron al compositor", dijo Reiter. 

El análisis de varios de sus cabellos reveló "varios picos en los que la concentración de plomo aumentó considerablemente" en las cuatro oportunidades entre el 5 de diciembre de 1826 y el 27 de febrero de 1827, cuando el propio Beethoven documentó que había sido tratado por Wawruch debido al edema", según Reiter. 

Los fans de música clásica y los del heavy metal se parecen mucho

martes, 9 de septiembre de 2008

Los aficionados a la música clásica y los seguidores del heavy metal tienen en común más de lo que la gente se imagina, según publicó un estudio británico, que establece un vínculo entre los rasgos de carácter y los gustos musicales.

08 Sep 2008 
C

omo los melómanos a la música clásica, los del metal son creativos y se sienten a gusto, señala el estudio realizado durante los últimos tres años por Adrian North, profesor de psicología de la Universidad Heriot-Watt de Edimburgo.

Los admiradores del heavy metal comparten "un amor por la magnificencia", que los predispone a apreciar de la misma manera algunas obras de música clásica. "Aparte de las diferencias de edad, es fundamentalmente el mismo tipo de personas", asegura el profesor North. "Muchos seguidores de heavy metal le dirán que también les gusta Wagner porque es grandioso, ruidoso y exuberante".

Asimismo, el estudio demuestra que al contrario de las ideas recibidas, los aficionados al heavy metal tienen un temperamento afable, no son los más vehementes en el trabajo y les falta confianza en ellos mismos. Al revés que los admiradores de música clásica, que tienen una buena opinión sobre ellos mismos, explica el estudio. "El público siempre ha estereotipado a los amantes del heavy metal como deprimidos y suicidas, como un peligro para la sociedad y para sí mismos. Sin embargo son personas muy delicadas", nota Adrian North.

Según el estudio, los apasionados por el country son trabajadores, los admiradores de rap son sociables, y los de jazz tienen espíritu de innovación y una gran autoestima. "Nosotros siempre habíamos sospechado que existía un vínculo entre los gustos musicales y la personalidad", explicó North. "Esta es la primera vez que hemos sido capaces de observarlo en detalle. Nadie había realizado antes un estudio a esta escala".

Más de 36.000 personas en todo el mundo fueron interrogadas para este estudio, donde opinaron sobre 104 estilos musicales y respondieron a preguntas sobre su personalidad.

Articulo extraido de  http://www.lafecha.net

Reconstruccion del rostro de Bach.

martes, 2 de septiembre de 2008


Rostro reconstruido de Johann Sebastina Bach. (Foto: Casa-Museo de Bach | AFP)

Rostro reconstruido de Johann Sebastina Bach. (Foto: Casa-Museo de Bach | AFP

BERLÍN.- A petición de la Casa Museo del músico, con sede en Eisenach (Alemania) la antropóloga escocesa Caroline Wilkinson ha reconstruido digitalmente, gracias a técnicas forenses y de imagen, el rostro del compositor alemán Johann Sebastian Bach, a petición de la Casa Museo del músico, con sede en Eisenach (Alemania).

Esta investigadora lleva una década intentando perfeccionar los métodos de reconstrucción facial. Empleando desde modelos estadísticos hasta imágenes clínicas o disecciones humanas, Wilkinson ha analizado las relaciones entre los tejidos blandos y duros del rostro. Así, la antropóloga ha ideado la 'escultura virtual'. Se trata de sistema informático que permite realizar reconstrucciones del rostro a partir de muestras craneales.

Además de reconstruir rostros ilustres, desde Tutankamon hasta el propio Bach, la 'escultura virtual' tiene aplicaciones en la identificación forense. "Debería subrayarse que la reconstrucción facial no es un método de identificación, sino una herramienta para reconocer; para producir una lista de nombres a partir de los cuales un individuo puede ser identificado por otros métodos legalmente aceptados", matiza esta investigadora en su página web.

Los resultados de su último trabajo, que serán presentados el lunes en Berlín, conjugan los datos obtenidos de retratos, mediciones de su cráneo y de la máscara mortuoria del músico(1685-1750).

La técnica forense ha permitido desvelar la faz del compositor como un rostro de facciones amplias y maduras, de frente despejada, incipientes entradas en su cabello y labios carnosos, según las imágenes adelantadas por la prensa alemana.

Wilkinson reconstruyó en primer lugar el cráneo de Bach para, a través de un programa informático, añadir músculos, cartílagos, piel y pelo hasta dar con el resultado final.

"Con un escáner láser, copiamos la réplica del cráneo (realizada en 1800). La reconstrucción facial se llevó a cabo utilizando un sistema de ordenador en 3D, después de la aproximación anatómica. Los detalles de los retratos auténticos se emplearon para añadir textura y color a la cara", aclara a elmundo.es esta antropóloga.

El pasado mes de enero, la Universidad de Granada presentó una técnica, basada también en la relación entre la estructura ósea y el grosor de los tejidos blandos, similar a la empleada por Wilkinson con la que es posible reconstruir en tres dimensiones el rostro de cadáveres no identificados.

Desde la Casa Museo de Bach, explicaron que ya en 1894, el médico alemán Wilhelm His y el escultor Carl Ludwig Seffner intentaron reconstruir el rostro de uno los genios más fructíferos de la música europea y maestro del barroco, en lo que fue el primer intento médico de este tipo de la historia.

"Estamos expectantes por ver cómo ha quedado finalmente el rostro", afirmó el director del museo, Jörg Hansen, quien explicó que aunque se ha seguido un proceso minucioso en la recreación de los músculos y los huesos, el color de la piel, de los ojos y del pelo del músico siguen siendo un misterio.

Serie de la reconstrucción del rostro de Bach. (Foto: Casa-Museo de Bach | AFP)

Explicó que en los retratos que se conservan de Bach, unas veces sus ojos aparecen azules y en otras, marrones, mientras que en el caso del cabello, se han inspirado en la moda del momento y han tomado como modelo el rostro que pintó Elias Gottlob Haussmann.